Una cosa es criticar al gobierno por su limitaciones e incluso claudicaciones en distintos terrenos (ejemplo, renta petrolera, minería o sistema ferro-vial) otra distinta es salir a legitimar a unas de las caras visibles de la reacción gorila del país y además uno de los artífices del triunfo de la Mesa de Enlace en la votación del Senado. "Nadie puede exigirle a Cobos la renuncia", declaró Pino Solanas, sin ponerse colorado, ante la satisfacción y, por supuesto, inmediata amplificación de sus dichos por el sistema de medios en manos del capital concentrado. Se podría argumentar en contra de la afirmación de Pino lo que ya se ha venido repitiendo hasta el cansancio de que a Cobos no lo votó el pueblo como parte de la fórmula presidencial para que sea jefe de la oposición y conspire contra el gobierno desde dentro mismo de La Rosada y que en cualquier otro país de mundo un hecho como éste además de indigno es políticamente inadmisible. Pero, en verdad, lo que motiva las declaraciones de Pino no es niguna confusión acerca de cuál debe ser el rol de un vicepresidente aquí y en la China. No. Los dichos de Solanas tienen un propósito claro: debilitar al gobierno. ¿Por qué? ¿No es acaso Pino un hombre de probada trayectoria nacional que además cumplió con su producción cinematográfica una tarea invalorable de concientización sobre nuestra historia e intereses nacionales. Sí. Pero resulta que a nuestro querido director cinematográfico le ha entrado el berretín de que él puede ser, si no lo es ya, el jefe del nuevo movimiento nacional y popular de la Argentina y, por qué no, el próximo presidente en 2011. En esta perspectiva mesiánica todo ilusión que depositen las masas en el progresismo de los Kirchner las aleja de aquel que representa sus verdaderos intereses, que, por supuesto, no es otro que él. Solanas no concibe conquistar ese liderazgo en el seno de un vasto movimiento que junto con el gobierno enfrenta al bloque oligárquico representado por la Mesa de Enlace y las fuerzas políticas y mediáticas que se subordinan a sus intereses. No. Al igual que la oposición Pino quiere acorralar al gobierno, quiere que al gobierno le vaya mal para que una vez libre las masas de las ilusiones demagógicas lo elijan a él. No piensa que una derrota del gobierno supondrá un duro revés para las fuerzas nacionales y populares y para el limitado, pero importante terreno reconquistado a partir del 2003. El piensa que ya es una alternativa real a los dos grandes bloques enfrentados en este momento. Mientras tanto se sigue paseando por los canales de televisión buscándole pelos en la leche a la nueva Ley de Comunicación Audiovisual y diciendo, eso sí, con una dosis de progresismo de por medio, todo lo que el gorilaje quiere escuchar. Esto no es algo muy distinto de "las locuras juveniles" de los años 70, nada más que esta vez Pino no podrá justificar su vanguardismo en "la falta de consejos". Además es poco problable que esta política lo lleve demasiado lejos. Ahora mismo está metido ya en un dilema. ¿Qué hace? Vota la nueva ley de medios y responde así a un sector de su electorado que probablemente simpatiza con limitar el poder de los monopolios o responde al otro segmento que privilegia sobre todas las cosas su rol de opositor al gobierno. Una vez más, como el 17 de julio del año pasado, la próxima votación en el Congreso de la nueva ley de medios mostrará que nadie puede sustraerse a la fuerza gravitatoria de los dos grandes bloque enfrentados y que se está de un lado o de otro. Es decir, a favor o no de aprobar una ley que puede ayudarnos a cambiar la historia. Ojalá Pino se ilumine.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Pino se ha puesto una máscara de progre, pero en realidad se ha vuelto conservador, y se halla más cerca de Macri o de Cobos, que de la plataforma política que dice representar.
Si, ojalá vote a favor la Ley de medios... pero está tan concentrado en darle guerra al Gobierno, que se le escapan las motivaciones propias... Y no creo que vote positivo... Veremos.
El único pino que ilumina es el que arde.
Pino vino a ocupar el lugar de una desgastada Lilita Carrio. Es el nuevo operador del multimedios por una supuesta izquierda que lo unico que se queda vociferando es Barrick Gold, como un estúpido, apunta al desgaste y creo que está gagá, a semana pasada se promulgó como presidente, si no esta loco, le pasa cerca.
Lamentablemente Pino volco hace mucho tiempo, ya no sera novedad verlo votar junto al gorilaje.
Ahora a poner mucha fuerza, la Ley tiene q salir.. sea como sea
Saludos, todo un hallazho este blog... lo agrego
LOS K SON NEOMENEMISTAS, CASI TANTO COMO EL COLORADO.
PINO SOLANAS ES EL UNICO QUE PROPONE UN PROYECTO NACIONAL Y POPULAR SERIO.
Pino es dos cosas: la imposibilidad (pareciera genética) del kirchnerismo de hacer alianzas con el progresismo más inteligente y con mayor potencialidad política. Una especie de mala conciencia. Y por otro lado el ejemplo del dirigente extraviado que perdió de vista el verdadero enemigo y arremete contra los que están en la misma trinchera. Aunque muchos de estos sean medio impresentables, por lejos son mejores que la "Mesa del Desenlace", Reuteman, Carrió, Macri, Cobos y la historia universal de la infamia que los parió.
Ta` bueno el artículo Chino.
El Pollo
Publicar un comentario